En el vasto y complejo mundo de las interacciones ecológicas, las micorrizas representan uno de los vínculos más fundamentales y beneficiosos entre los organismos. Las micorrizas son asociaciones simbióticas entre los hongos y las raíces de las plantas. Esta relación no solo beneficia a las plantas y hongos involucrados, sino que también juega un papel crucial en la biorremediación del medio ambiente.
¿Cual es la Relación entre Plantas y Micorrizas?
Las micorrizas son el resultado de una relación simbiótica entre los hongos del suelo y las raíces de las plantas. Este vínculo es esencialmente una alianza estratégica: los hongos mejoran la absorción de nutrientes y agua para las plantas, mientras que las plantas suministran a los hongos los carbohidratos producidos durante la fotosíntesis. Existen dos tipos principales de micorrizas:
- Endomicorrizas: También llamadas micorrizas arbusculares. Estas son las más comunes y se encuentran en aproximadamente el 80% de las plantas terrestres. Los hongos AM penetran las células de la raíz de la planta, formando estructuras llamadas arbúsculos, que facilitan el intercambio de nutrientes.
- Ectomicorrizas: Estos hongos no penetran las células de la raíz, sino que forman una red alrededor de ellas, conocida como la vaina micorrícica o manto. Son comunes en árboles como pinos y abedules.
¿Cuáles son los Beneficios de las Micorrizas a las Plantas?
La asociación micorrícica ofrece varios beneficios clave para las plantas:
- Mejora de la Absorción de Nutrientes: Las micorrizas aumentan significativamente la absorción de nutrientes esenciales como fósforo, nitrógeno y oligoelementos. Los hongos micorrícicos extienden la zona de exploración de las raíces, permitiendo a las plantas acceder a nutrientes que de otro modo estarían fuera de su alcance.
- Aumento de la Tolerancia al Estrés: Las plantas micorrizadas son más resistentes a condiciones de estrés como la sequía, salinidad y metales pesados. Los hongos ayudan a mejorar la estructura del suelo y aumentan la retención de agua, proporcionando una defensa adicional contra estos factores adversos.
- Protección contra Patógenos: Las micorrizas pueden actuar como una barrera física y bioquímica contra patógenos del suelo. Los hongos micorrícicos también pueden inducir respuestas defensivas en las plantas, mejorando su resistencia a enfermedades.

¿Cómo Favorecen las Micorrizas a la Biorremediación?
La biorremediación es el proceso mediante el cual los organismos vivos, como plantas, hongos y bacterias, se utilizan para eliminar o neutralizar contaminantes en el medio ambiente. Las micorrizas juegan un papel crucial en este proceso de varias maneras:
- Fitorremediación Mejorada: Las plantas micorrizadas son más eficientes en la absorción y acumulación de contaminantes del suelo, como metales pesados. Los hongos micorrícicos pueden inmovilizar estos metales en el suelo o transformarlos en formas menos tóxicas, facilitando su eliminación.
- Descomposición de Compuestos Orgánicos: Las micorrizas ayudan en la degradación de compuestos orgánicos contaminantes, como pesticidas y hidrocarburos. Los hongos producen enzimas que pueden descomponer estos compuestos en productos menos tóxicos, contribuyendo a la limpieza del suelo.
- Mejora de la Estructura del Suelo: Las micorrizas mejoran la estructura del suelo al aumentar la agregación del mismo. Esto no solo facilita la absorción de agua y nutrientes por parte de las plantas, sino que también reduce la erosión y la escorrentía, minimizando la dispersión de contaminantes.
- Promoción de la Diversidad Microbiana: La presencia de micorrizas en el suelo promueve una mayor diversidad de microorganismos beneficiosos. Estos microorganismos juegan un papel importante en la biorremediación, ya que pueden degradar una amplia gama de contaminantes y mejorar la salud general del suelo.

Casos de Éxito en Biorremediación con Micorrizas
Existen numerosos casos de éxito donde las micorrizas han demostrado ser efectivas en la biorremediación. Por ejemplo, en suelos contaminados con metales pesados como el plomo y el cadmio, las plantas micorrizadas han mostrado una capacidad notable para acumular y tolerar estos metales, reduciendo su concentración en el suelo y minimizando su impacto ambiental.
Otro ejemplo es la recuperación de suelos afectados por derrames de petróleo. Las micorrizas, junto con bacterias degradadoras de hidrocarburos, han demostrado ser efectivas en la descomposición de los compuestos tóxicos presentes en el petróleo, facilitando la recuperación del suelo y promoviendo el crecimiento de la vegetación.
Conclusión
Las micorrizas son una herramienta poderosa en la biorremediación, ofreciendo una solución natural y sostenible para la descontaminación del suelo. Su capacidad para mejorar la absorción de nutrientes, aumentar la tolerancia al estrés y proteger contra patógenos, combinada con su papel en la descomposición de contaminantes y la mejora de la estructura del suelo, las convierte en aliados indispensables en la lucha por un medio ambiente más limpio y saludable. Al aprovechar las propiedades únicas de las micorrizas, podemos avanzar hacia prácticas agrícolas y de gestión ambiental más sostenibles, beneficiando tanto a los ecosistemas como a las comunidades humanas.